¿Creen en los milagros? ¿Alguna vez les tocó la lotería? ¿escucharon la voz de Volaverunt? A veces lo imposible puede suceder, un día cualquiera y en un lugar cualquiera. Les presentamos el testimonio de quien pasó la frontera y volvió para contarlo. Y en el mismo día.
Melonzio se encuentra tranquilo, como aquella tarde del 24 de agosto. Se muestra cercano y es hombre de pocas palabras, pero las usa con acierto. Nadie le advirtió de lo que iba a sucederle cuando se acomodó en su sillón de la Sala de Subastas. Todo estaba tranquilo en la sala y Melonzio estaba preparado para conseguir el cofre de su vida. Ese era el día. La subasta acababa de empezar y se disponía a sacar todo su arsenal. Contuvo la respiración y lanzó su primera puja.
‘’De repente todo se me hizo marrón y un silencio sepulcral me envolvió. Tenía ya el 75% de los warns y esto solo podía significar una cosa. El ban permanente. En ese momento solo una frase aparecía en mi cabeza: Me cago en la puta’’. Fue la desesperación y el instinto de supervivencia lo que hizo que inmediatamente se pusiera en contacto con el Staff de Minecochia. Habló con D1E60, que convenció a Slide para que reflexionara sobre la dureza de su castigo y lo que implicaba dada la frágil situación en la que se encontraba.
‘’No iba a pagar el desbaneo porque ya mismo empezaba el instituto y solo iba a tener tiempo para dedicarme en cuerpo y alma a mi 2º de ESO’’. Melonzio todavía se recupera de las secuelas que aquello dejó en él. ‘’Me fulminó cinco veces con el rayo y me rompió las botas de diamante que llevaba con protección V y todavía no me las ha devuelto’’.
Fue entonces cuando una vez pasado el ocaso se levantó de entre los muertos y volvió a la vida. Para Melonzio todo esto ha sido una mala pesadilla de siesta. Sigue con su vida de siempre, viendo los atardeceres en su rincón favorito junto al mar, pensando en que el sol se pondrá un día más
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